¿VES Y VIVES UNA MEDIA VERDAD?

Paz y bien hermanos

Cuando se mira al cielo en la noche y una cantidad limitada de estrellas titilan en la profundidad del espacio, se sabe de antemano que hay algo oculto.   Moverse hacia las afueras de la ciudad permitirá remover un velo invisible de contaminación que  ocultaba un cielo aún más maravilloso.  De allí que una de los regalos más hermosos que ofrece la visita a las montañas  y a los campos, es la cantidad de estrellas en el cielo es hermosamente inimaginable.   No es un engaño, ni una mentira no poder ver la realidad celestial siempre. Es sencillamente una carencia que se debe al impacto del hombre sobre la naturaleza.  ¿Cuántas cosas no vemos y cuantas decisiones hacemos a ciegas? ¿Yo doy lo mejor de mi o me guardo parte de lo que puedo dar? ¿son mis verdades completas o  a medias?

Jesus, entregó a la humanidad el mismo mensaje claro, sencillo y transparente. Cada persona tomó la parte del mensaje que quiso y quienes lo rechazaron,  taparon su luz con sus vidas contaminadas.  Por eso Jesús les dijo: Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca».

Que tu oración hable de tus acciones, de tus pensamientos, de tus limitaciones, y permita a Dios darte una respuesta  de acuerdo con tu entrega y tu verdad.   Que la palabra de Dios alimente tu vida con raíces profundas  y  honestas y haga crecer en tu vida un árbol de bondad y misericordia. 

Bendiciones.

Lucas (6 39-45)