¡VEN ESPIRITU SANTO VEN!

Paz y bien hermanos.                                                    

Hay un afluente de vida que corre por el interior de cada persona. Es una Luz tenue que recorre cada rincón del cuerpo y alimenta con su mensaje de fuerza, de paz, de animo, de alegría, de unidad, todo el ser.  Es una gracia invisible que se manifiesta en las acciones de la persona.  Es un halito, un soplo, una brisa que se esparce silenciosa para empujar suavemente al individuo por el mar de la vida.  Es una semilla que brota en cada persona, para construir sus tejidos como sus pensamientos, sus huesos como sus ideas, su carne como su personalidad, sus capacidades y sus limitaciones.

¿En que inviertes los minutos de vida que recibes? ¿A quien le regalas de tu vida para que pueda empezar de nuevo, o levantarse, o sencillamente aprender a vivir?  ¿Qué tanto puedes hacer por los demás con tus limitaciones?  

“Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo”

Somos parte de un equipo que ayuda a sostener la creacions, a administrarla.   Nuestro cuerpo es un equipo que unificado lleva a cabo el plan de vida individual.   Y cuando salimos de lo nuestro para contribuir a los demás, nos unimos a Jesus en la misión de sanar, apoyar, abrazar, amar, fortalecer a los débiles y necesitados.  

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Invita a Jesus a tu vida y haz tuya su misión.  Entonces, Ora para que el Espíritu de Dios guie, ilumine, fortalezca tus propósitos y recibas sus dones y gracias.  Recibe al Espíritu Santo en tu vida y sosiega su sed con  el estudio de la palabra,  escucha su mensaje, sigue sus instrucciones, y reparte a quien Él te mande la verdad, la gracia, la sanación, la luz, la fuerza de su gracia.

Clama hoy y siempre: “Ven Espíritu Santo Ven! Y vive la fuerza, la luz y el poder del Espíritu Santo en tu vida , en tu misión y en tu familia.

Bendiciones  

JUAN (20 19-23)