SOLO NECESITAS MIGAJAS
Paz y bien hermanos.
Nos cansamos fácilmente de enfrentar los problemas de la vida y algunas veces los dejamos sin solución. Nos damos por vencidos sin haber luchado. Invalidamos los problemas para no tener que enfrentarlos o los ignoramos para no tener que solucionarlos. En la humanidad, esta tendencia cada día se hace mas común y la integridad humana se desmorona como consecuencia. Y tan solo necesitas migajas de amor emocional.
¿Le temes a ciertos tipos de problemas o circunstancias de la vida? ¿Resuelves tus conflictos discutiendo o tratando de invalidar las opiniones de los demás? ¿Minimisas las situaciones de la vida y las dejas solo pasar como cosas normales, para evitar tener que enfrentarlas y darles una solución?
Es posible que la mayoría de nuestras derrotas provengan de nuestra convicción de siempre tener la razón y conocer la verdad. Y tan solo neceistas migajas de empatía.
Cuando pensamos que sufrimos mucho, hallaremos a quienes realmente sufren no muy lejos de nosotros. Cuando creemos que somos pobres, hallaremos a quienes viven en la miseria humana. Cuando juzgamos a alguien, hallaremos que nosotros fuimos iguales o peores o que hay en nuestro interior también mucho por ser criticado, cambiado y mejorado. Y tan solo necesitas migajas de humildad
Dios intentó salvar su pueblo que pensaba y vivía así mismo y tuvo que lanzarse al rescate de toda la humanidad porque su mismo pueblo le criticó, le rechazo y le juzgo varias veces sin importar cuanto había hecho por ellos.
Jesús ofreció su mano sanadora a todo quien se acercara en su búsqueda, aunque no estuviese inscrito en el plan de su Padre. Jesús extendió el plan de Dios a todos aquellos que se acercaron a su lado con fe, con confianza, con esperanza, con humildad y llevo a sus vidas un camino nuevo lleno de verdad y de luz.
Jesús no impuso ni ha impuesto su presencia a nadie. Sencillamente irrigo los campos donde boto la semilla del evangelio y como el agricultor, ha esperado que germinen para continuar cuidando cada planta con el mismo amor y misericordia.
Jesús no rechaza, sino que acoge, por eso extiende sus brazos en la cruz, en espera de todos quienes deseen ampararse bajo ellos. Jesús ofrece a quien desee transformar su realidad, su pensamiento, su creencia, su vida completa, la oportunidad de recibir al menos las migajas sanadoras y bendecidoras, que caen de la mesa de Dios Padre.
Si hoy aun permaneces equivocado, Jesús te pide que abras las páginas del evangelio y sigas las huellas de vida que Él ha dejado inscritas, para guiarte a la única fuente de vida y paz. Y tan solo necesitas migajas de Sabiduría.
Jesús espera tu respuesta, tu acción de servicio y entrega, tu oración de confianza y fe, tu holocausto, tu sacrificio, tu perseverancia. Ven a refugiarte en Jesús, cuyas migajas transformaran tu existencia.
Bendiciones
Mateo (15 21-28)
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