RECETA MISIONERA
- csfasis
- Jul 3
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Paz y bien hermanos
Hoy día hay una búsqueda de programas para adelgazar, para dejar el alcohol o la adicción, para estar físicamente mejor, para alimentarse bien, para salvar el matrimonio, para ser mejores padres, para ser felices. Y hay muchas maneras de superar cada uno de estos retos y dilemas, pero lo que falla es el humano, que no se educa para ser paciente, a ser resilientes, a perseverar. Porque se esperan resultados inmediatos, se piensa que una vez se logró algo, ya es para toda la vida y funcionará para siempre y no es así y se reincide.
Mas no así con los consejos, prácticas y enseñanzas de Jesús, las cuales tienen sus huellas, su vida, su presencia constantemente presente para ayudar a incorporar al caído, aliviar al herido, orientar al perdido y a mantenerlos.
He aquí su receta para la misión apostólica:
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”.
Aplica esta receta a tu misión personal para enmendar tu vida. En el nombre de Jesús: ponte en camino. Mantente alerta, hay lobos en la senda que te sacarán de tus propósitos. No lleves tus pertenencias,o tus fuerzas, mas bien aprende a depender de Dios. No socialices, sigue con tu trabajo y empeño. Mantén tu paz interior y compartela y no esperes nada a cambio. Quédate en la morada Espiritual que se te dio para esta misión. Aliméntate y bebe con cordura y medida. Ora por los necesitados y pide por su sanación mientras misionas. Y vive con la certeza y dando el ejemplo de que “El reino de Dios ha llegado a tu vida”.
¿Si el reino de Dios llega a tu vida que puedes hacer para recibirlo? ¿Te has puesto en camino alguna vez para iniciar algo y has logrado terminarlo? ¿Has intentado hacer alguna vez algo en tu vida, pidiendo la ayuda de Dios y has logrado mantener a Dios presente en todo lo que haces y vives, mientras recibes su ayuda?
Que tu oración diaria, irrigue tu mente y corazón con la presencia de Jesus, para que logres perseverar en tus metas y propósitos. Que la palabra de Dios te misione, te aconseje, te dirija, te fortalezca para que puedas cumplir con las tareas que Dios te encomienda día a día.
Bendiciones
Lucas (10,1-12.17-20)
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