PURIFICATE Y MISIONA
Paz y bien hermanos
La relación de una pareja podría ser el inicio de una cadena de eventos que conducen a la formación de una familia. La calidad, la autenticidad, la textura de esos eventos son los cimientos para construir algo perdurable o perecedero. Es algo así como mirarse al espejo, puedes ver tu realidad o la puedes maquillar. Puedes ver que hay que hacer cambios y nunca hacerlos. O sólo cierras los ojos frente al espejo.
¿Hay eventos en tu vida que dependen de la edad? ¿En tu caso cuáles? ¿Eres consciente de tu misión personal y la estás llevando a cabo? ¿Cuáles de tus cualidades personales contribuyen y cuales destruyen?
Así mismo, Dios inició una relación de familia con la humanidad a través de Jose y Maria. Ellos entendieron su misión, entregaron su vida para cumplirla y le dieron una familia a Jesus.
“Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor:
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.”
Que tu oración diaria te ayude a formar la persona que Dios diseñó para una misión especial. Que la palabra de Dios te muestre el camino, te de fortaleza y te permita cumplir el plan de Dios para tu vida y la de las personas que Dios te ha entregado para que le ayudes a formarlas.
Bendiciones.
Lucas (2 22-40)
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