PREPARANDO EL CAMINO

Paz y bien hermanos

El ser humano ha tenido que dividirlo todo para poder manejarlo y procesarlo. El día está partido en mañana, tarde y noche, y roto en horas, y minutos y segundos.  Y el año dividido en meses, semanas  y días.  La vida en etapas, que le permiten recordarse como bebe, niño, adolecente, joven, adulto, hombre, viejo.

Por eso al ser humano en algunos casos le es difícil pensar en algo tan grande como la inmortalidad, como el fin del mundo, la muerte, la eternidad, porque son inconmensurables, e inimaginables. 

¿En qué etapa de tu vida estas y que debes lograr para vivirla y cuánto te queda para pasar a la siguiente?   ¿Si pudieses llevarte algo de tu vida, que es aquello que te llevarías contigo?  ¿Generalmente los antepasados trataron de dejar un legado para sus futuras generaciones, cuál es el tuyo y que te falta para terminarlo?

Uno de los legados de Jesus permanecerá más allá de la existencia humana como lo dice El mismo: “ El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Es Más de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.»

La riqueza de Jesus va más allá de su vida misma.  Los tesoros que vino a compartir con la humanidad son los únicos que cada persona puede arrastrar consigo misma más allá de la vida terrenal. Su mensaje es bálsamo de sanación para quien le permite ungirle.  Su vida es la receta  que prepara tu existencia para la vida eterna. 

Dijo Jesús a sus discípulos: “Por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas. Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria; entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.”

Vive tu oración diaria para que tu vida trascienda y con ella el legado que dejas a las generaciones futuras.  Vive la palabra de Dios para que tus pasos no se desvíen del camino de la salvación y ellos mismos conduzcan a quienes te imitarán hacia la vida eterna. 

Bendiciones.

Marcos (13,24-32)