PREGON DEL NIÑO INTERIOR
Paz y bien hermanos.
Se abrió un programa para adultos, para invitarles a conocer una versión tridimensional de su niño interior. Los registrados fueron citados a un lugar, donde les iban llamando para que ingresaran individualmente en un salón, donde se sentaban en la única silla y frente a una pantalla gigante. Luego una voz les preguntaba acerca de su infancia, de sus sueños y de su presente. La última pregunta era. ¿Está listo para ver la versión tridimensional de su niño interior? Y la pantalla gigante se iluminaba. La persona respondía positivamente mientras miraba ansiosamente a la pantalla. Acto seguido, detrás de la pantalla salía uno de sus hijos de 3 a 8 años de edad. La persona al ver a su preciado tesoro se lanza sobre él y le abraza mientras llora. La realidad es que toda nuestra vida es un pregón, una escuela, una enseñanza, un taller donde revertimos nuestros sueños, frustraciones, defectos y pecados, y les veremos un día reflejados en los hijos, nuestro molde, nuestra creación, resultado de lo que hemos puesto en ellos. ¿Qué ensenas con tus palabras? ¿Qué edificas con tus acciones? ¿Qué alimentas y cultivas con tu vida?
Jesús dejo muy bien definido en la existencia su niño interior para que se proyecte sobre la nuestra y nos ayude a moldearnos, a mejorarnos a construirnos, a sanarnos, a ungirnos y a dirigirnos hacia una vida en plenitud. Jesús dejo su humildad bien clara al dedicar su vida al servicio, a la entrega, al sacrificio. Jesús dejo marcado, tallado, labrado en cada paso el amor, con su entendimiento, su perdón, su piedad y misericordia, su abrazo, su palabra de consuelo y de apoyo, su mirada comprensiva. Jesús dejo plantada con raíces bien profundas la verdad, porque sus palabras fueron las de su padre y no las suyas, sus mensajes fueron de salvación y de sanación, de purificación y de crecimiento, de claridad y de unción, guiando siempre todo hacia Dios, la única verdad. Jesús dejó tallada para todos, la vida como debe ser en verdad, carente de pretensiones, altanerías, egoísmos, materialismo, ostentaciones. Abrazada a el tronco, a la iglesia, a la vid, a Dios Padre.
Jesús nos llama a abrazarle como nuestro niño interior. Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, te dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de tu corazón, para que comprendas cuál es la esperanza a la que te llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para ti.
Únete a las huellas de Jesús, hazlas parte de tu existencia diaria, y sal a pregonar el Evangelio por todas partes, con tu vida. Dios cooperara en tu vida confirmando su presencia y su palabra con las señales que te acompañaran.
Ora diariamente, lee y vive la palabra de Dios para que tu vida despliegue por el mar de la vida las velas que se hinchan con el Espíritu de Dios y pregonan su presencia sobre tu hogar y sobre toda la raza humana.
Bendiciones
Marcos (16 15-20)
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