NACISTE INVITADO Y PARA QUE INVITES

Paz y bien hermanos

En la palma de las manos está inscrita una invitación. De ti depende que la aceptes. Ellas pueden trabajar, construir, levantar, asistir. Pueden bendecir, sanar, aliviar. Ellas pueden ser instrumento de paz, de consuelo, de apoyo, de unción. En cada corazón está inscrita la misericordia, y el perdón, la esperanza y el amor, el gozo y la alegría, la bondad, la sinceridad, la fidelidad, la integridad, la vida del paraíso en el corazón inscrita esta. Cada amanecer, te hace un llamado a renovar la invitación inscrita en la vida de cada persona. La naturaleza misma acepta su invitación y despierta a trabajar para llevar sus dones y riquezas a la humanidad.

¿Sabes a que estas siendo invitado en esta vida y has aceptado todas y cada una de estas invitaciones? ¿Has rechazado en parte o en su totalidad el llamado inscrito en tus manos y tu corazón o eres consciente de que vives rechazando el plan de la creación? ¿Ayudas a otros a vivir su plan de vida mientras permaneces fiel al tuyo?

Vino Jesús a recordar a cada ser humano que su Padre, esta esperando por la respuesta individual a la invitación diaria que hizo desde el inicio de la creación. Vino a despertar las mentes y los corazones, para que viesen que el plan de Dios es maravilloso y tan solo la desobediencia, la rebeldía, el rechazo a la tarea personal, acaban con el paraíso creado por Él. Dios ha enviado a sus criados a los caminos a reunir a todos los que encuentren, malos y buenos para invitarles a vivir la fiesta preparada por Dios para la humanidad.

Por eso Jesús dijo: “Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.”

Quien vive para servir al plan de Dios disfrutara de la mesa que Él ha preparado, enfrente de sus enemigos; será ungido con perfume y su copa rebozará.

Que tus manos te unan a Dios en oración, que te unan a la humanidad en bendición, que arrodillen tu vida frente a la presencia de Dios, quien te llama a dialogar con Él.

Que aceptes la invitación de Dios para estudiar la palabra de Dios, y que ella lleve a tu corazón alegría y sanación, y que te fortalezca y delinee su plan para tu vida y la vida de quienes él ponga en tu camino.

Bendiciones

Mateo (22 1-14)