top of page

LLAMADO, PARA QUE ABRAS TUS OJOS

Paz y bien hermanos.

Quien toca a la puerta de tu casa, hace un llamado para que vengas a abrirle. Si le escuchas y deseas abrirás, sino esa puerta permanecerá cerrada y quien ha golpeado no entrará. El llanto del bebe llama para que se le alimente, se le cambie, o se le arrulle. El timbre del teléfono, llama para que lo contestes, así como la música te llama a bailar y la noche a dormir, así también, las palabras ásperas e imprudentes te llaman a alejarte de ellas y las suaves y amables a acercarte. ¿Quién o que ha llamado a la puerta de tu vida y no le has abierto? ¿A qué te sientes llamado en tu existencia y que haces para acudir o para rechazar ese llamado? ¿Cuándo has necesitado ayuda, o consejo o una mano, a quien acudes, a quien llamas?

Hay quienes perdieron un ser querido en un accidente, y sintieron el llamado de ayudar a otros para que no les suceda lo mismo. Ellos, extienden su vida fuera de las paredes de su hogar para acercarse a la vida de desconocidos y llevarles un mensaje. Hay quienes vivieron en la miseria, en el abuso o en circunstancias de vida extremadamente malas, y sintieron el llamado de ayudar, servir, apoyar a quienes hoy viven como ellos vivieron, para ayudarles a mejorar sus condiciones de vida. Hay quienes salen a tierras extrañas, se internan en montanas o selvas para llevar medicinas, apoyo, ayuda consuelo a quienes más lo necesitan. No permitas que seas llamado a la oscuridad. El que estés ciego no significa que no puedas oír, o el que estés pobre que no puedas dar, o que estés paralizado, que no puedas apoyar, aconsejar, orientar.

María fue educada para dar, para servir, para ayudar porque sus padres sintieron que ese era su llamado. Y ella no dudo en ningún momento prestar su vida para aceptar el llamado de Dios para traer al mundo a Jesús. Por eso, desde el vientre de su madre, Jesús fue entretejiendo las primeras puntadas de su llamado para servir a su padre celestial. Jesús salió por los caminos en busca de quien le escuchara y aceptara su llamado, su mensaje, su bendición. También salió en busca de quienes le esperaban para llamarle, para solicitarle ayuda, para pedirle, para tocarle. El grito del ciego Bartimeo: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi” fue para Él, un llamado de auxilio. Y Jesús le dijo a sus apóstoles, “llámenlo y tráiganlo”. « ¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.» Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.»

Busca a Dios por todos los rincones de tu vida, en todos los instantes de tu día, en todos tus pensamientos y acciones porque a eso estas siendo llamado por Dios mismo, a buscarle.

Hay momentos de tu vida en que estas siendo llamado a orar o llamado a estudiar la palabra de Dios. Es así como Dios tocará la puerta de tu vida de esta manera y libremente puedes aceptarle, abrirle, escucharle y obedecerle, o seguir tu camino e ignorar su suplica para que Ores, te compadezcas de los demás, busques la paz, abraces la oración, bendice tu familia, tu hogar, tu vida.

Dios llama a la puerta de tu corazón, para que sientas sed por lo celestial, hambre espiritual, apetito moral, gozo por la palabra de Dios, y un oído dispuesto a seguir la voz y el llamado de Jesús para tu vida y la de quienes Dios ponga en tu camino. Entonces descubrirás que podras ver lo que antes estaba oculto y oir lo que antes no se escuchaba.

“Tu fe te ha curado”.

Bendiciones


Marcos (10 46-52)



Comments


Featured Posts
Check back soon
Once posts are published, you’ll see them here.
Recent Posts
Archive
Search By Tags
No tags yet.
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page