LA ERA GLACIAL
Paz y bien hermanos.
Se cuenta que en la era glacial cuando los animales empezaron a morir de frio y falta de alimento, la población de erizos empezó a disminuir drásticamente también. Ellos al darse cuenta de lo que sucedía y queriendo preservar la especie, empezaron a acercar las familias unas a otras para intentar compartir el calor corporal y así mantenerse vivos más tiempo. Lo que paso, es que las espinas de unos lastimaban a otros en el momento de acercarse a apretujarse un poco. Esto causo rencilla y resentimiento de unos con otros y la separación de todos una vez más, lo cual implicó la muerte de muchos más erizos. Ante ello decidieron tomar la decisión de volver a unirse a pesar de las heridas que las espinas de unos y otros les puedan causar. De esta manera esta especie logró sobrevivir como quizás también lo hacen las familias que a pesar de los roces personales, saben que lo más importante es la unidad y el calor familiar.
¿Hay algo en tu vida que te debilite, que te divida, que te incomode? ¿En tu vivir diario, tienes un propósito y una razón o vives el momento y cambias según las circunstancias externas? ¿Qué elementos, acciones, o pensamientos tuyos dirigen tu vida y la de tus seres queridos hacia la unidad, la concordia, el amor y la paz?
Algunos de nosotros podemos estar siendo heridos no por las espinas de nuestro prójimo, sino por las propias que se vuelven contra sí mismo por la falta de guia, luz, en las decisiones y en las actitudes personales.
Otros podríamos está siendo heridos por las espinas del conocimiento, la ciencia, la filosofía, los ideales, los dogmas, las convicciones pragmáticas. Jesús nunca pudo quitar las espinas que lastimaban la vida de Escribas y Fariseos porque en ellos reinaba la seguridad y la certeza de está obrando y pensando correctamente. Crecieron y vivieron siempre lastimando los demás, los pobres, los necesitados y todo quien les representase una ganancia material, porque su mayor filosofía de vida estaba basada en la comodidad personal, los títulos, el poder, el reconocimiento público.
Jesús encontró en su senda quienes viendo actuaban como ciegos, quienes oyendo, respondían como sordos, quienes caminando, lo hacían en círculos sin agregarle nada nuevo a sus vidas, quienes pudiendo hablar eran mudos ante la justicia, la verdad, la misericordia, el amor.
Hoy, Jesús encuentra un mundo dividido no solo por las escalas sociales, sino que también en los hogares, donde las familias no dialogan, solo hablan, no comparten, solo cohabitan el mismo espacio, no se aman, solo se quieren, no son uno, sino muchos bajo el mismo techo. Hoy Jesús regresa con su testimonio de vida para recordarnos el plan de su Padre al decirnos; Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne."
La humanidad ha empezado a entrar de nuevo en una era glacial donde el amor se ha ido enfriando, la fe agrietando y rompiendo en enormes icebergs que alejan y dividen y las familias se han ido tornando en fríos recintos donde mueren los valores, agonizan los principios y la unidad es cubierta por capaz de nieve, de envidias, de derechos, de apariencias, de egoísmo y soledad. Permite que el calor de Dios entre en tu corazón a través de la oración diaria para que acabes con la frialdad. Permite que la palabra de Dios encienda una luz que lleve calor a tu humanidad y de guia a tus acciones y palabras para que a pesar de las espinas, abraces y unifiques la familia, el hogar, los hijos en torno a Dios y a su plan.
Bendiciones
Marcos (10 2-16)
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