HOY TOCARAN A TU PUERTA
Paz y bien hermanos.
Cuando empieza a nevar o a llover torrencialmente, muchas cosas se dejan de hacer, algunos eventos se llegan a posponer, y las personas se refugian deteniendo su vida y sus planes. En el invierno de la vida el agricultor no cosecha, las calles y los negocios permanecen vacíos. En la mente humana, para invierno, muchas puertas y ventanas se cierran y parece que la persona se refugia y se aleja de todo y de todos. Uno de estos días de invierno en que la nieve llevaba horas cayendo, un pastor decide no salir a tocar puertas con su hijo para llevar el mensaje de Dios. El niño de 10 años, le pidió a su papa que le permitiera ir solo, por lo menos para llevar los boletines de presentación de su iglesia. El Pastor le entregó 10 y le permitió irse a cumplir la tarea. Cuando solo le quedaba uno, el niño golpeó a la puerta de una casa donde nadie salía a abrir. Insistió varias veces golpeando cada vez más fuerte. Decidió entonces que llevaría el boletín a la casa siguiente. Cuando se daba media vuelta la puerta empezó a abrirse lentamente y él, con una gran sonrisa y lleno de alegría porque habían respondido, le dijo a la mujer de mucha edad que le miraba sorprendida por la puerta entre abierta. “Dios le ama señora, dijo el niño. Vine a traerle el boletín de la iglesia de mi papá”. La señora recibió el boletín y dio las gracias antes de cerrar la puerta. El siguiente domingo cuando el pastor terminaba su servicio, como de costumbre pidió a los asistentes, si había algún testimonio. Una mano se levantó en la última banca. La mujer se levantó y empezó a hablar. “Mi esposo falleció hace un mes, y desde entonces, la soledad y el dolor me matan. El domingo pasado tras la larga tormenta de nieve decidí que era hora de terminar con mi vida. Cuando estaba con la soga en el cuello y parada en una silla, oí el toque de la puerta. Presté atención y lo volví a oír, lo cual me extraño porque nadie me visita nunca. Fui a abrir la puerta y en el camino escuché que seguían tocando cada vez más fuerte. Finalmente pude abrir y encontré allí esperándome el pequeño angelito que está allí al frente junto a usted Pastor, quien me dijo: “Dios te ama”. Sentí que un calor muy grande me invadió mi cuerpo y decidí que debo darle la oportunidad a Dios de hablar y amarme y aquí estoy. El Pastor llorando abrazó a su hijo y le dio las gracias por haber insistido en ir en medio de la nevada para ir a llevar el mensaje de Dios. Gracias Jesús porque tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.
¿Cuántos planes o ideas cancelas o pospones a diario y porque razón? ¿Si supieras que la decisión de servir a tu conyugue y a tus hijos o a tus padres y hermanos, les podría salvar su vida, crees que un dia de invierno o de problemas te detendría?
La vida del ser humano, fue escrita para que el hombre abandone a su padre y a su madre, y se una a su mujer y sean los dos una sola carne. Y tu ¿qué decisión tomas a diario con respecto a tu conyugue y a tus padres?
Jesús te dice hoy: “El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida”. En una tarde de invierno la humanidad tomo la decisión de no permitirle a la mujer seguir llevando su mensaje de cariño, de amor, de paz, de consuelo, de alivio, de guia, de luz, de apoyo, de fortaleza a los hijos, y la envió fuera de sus hogares a hacer dinero, a conseguir fama, a realizarse como ser humano, a perseguir sus propias metas. En una tarde de invierno, los hogares dejaron de recibir el abrazo, el cariño, el amor, la dedicación, el sacrificio, la luz permanente que permitía a los jóvenes saber lo que es el amor verdadero, la familia, el hogar, la misión familiar. Y sin la presencia constante de la mujer, sin su anuncio, muchos hogares se han suicidado, han venido muriendo en la soledad, la frialdad, el egoísmo, la tristeza, la incomprensión.
Jesús es el hijo del Padre que insiste en tocar las puertas de la vida de todos, especialmente en el invierno de la vida. A quienes le abren la puerta, su mensaje ha sido simple y real: “Dios te ama”. Y ha dejado en cada hogar la palabra de Dios, que invita a amar y ser amado, a sacrificar y a entregar de todo lo que Dios nos ha regalado. Abre tu vida a Dios y permite que su mensaje te salve hoy.
«Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.»
Bendiciones
Juan (6 60-69)
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