EL PUENTE HACIA LA UNIDAD
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Paz y bien hermanos
En cierta región, las mejores tierras de cultivo obligaron a los agricultores y sus familias a moverse a las montañas a 4 días de camino de la ciudad. Cuando se recogía la cosecha tardaban varios días en llegar a la ciudad y ponerla a la venta en el mercado perdiendo parte de la producción. Las familias, acordaron construir un puente con lianas extraídas de las hojas de un tipo de planta agave. Las mujeres y los niños dedicarían parte de su día a cuidar y cultivarla. En tiempo de cosecha, se dedicaban a triturar las hojas de agave con piedra y a secarlas para después extraer los hilos y con ellos construir fuertes y gruesos lazos. Una vez cada año, las familias y sus animales se dirigían al puente cantando, y pasaban el día todos reemplazándolo por uno nuevo. El puente les ahorraba tres días de viaje y les permitía unirse en un rito de trabajo conjunto y unidad familiar.
Así mismo, Dios Padre envió a su hijo Jesús a enseñarnos como cultivar vidas mejores durante cada año y como cosechar, las mejores fibras, los mejores materiales para usarlos en la construcción de un puente que nos acerque a Él y nos permita acercárnosles cada vez más rápido.
José y María eran ese puente y cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor"), y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones"
De igual manera, nuestros padres nos enseñan a cultivar la oración y la lectura de la palabra para presentarnos a Jesús, y para que juntos construyamos nuestro puente espiritual y a uniformar nuestra existencia con la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.
Jesús nos invita a entendernos y comprendernos mutuamente y a perdonarnos como Dios nos perdona, cuando alguno tenga quejas contra otro. Y por encima de todo esto, a amar a Dios sobre todas las cosas.
¿Hay un abismo en tu vida que te aparta de la felicidad? ¿Cultivas la lectura de la palabra que te permita construir un puente hacia Dios? ¿Oras diariamente, para que ese puente nunca caiga por la rutina y el descuido?
Bendiciones.
Bendiciones
Lucas (2,22-40)
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