EL CONSEJERO ADMIRABLE
Paz y bien hermanos.
¿En algún momento de tu vida, has tenido la necesidad del consejo de alguien? ¿Has aconsejado alguna vez? ¿En que radica el que un consejo sea bueno?
Hubo un tiempo, en que las personas se guiaban en medio de su oscuridad por las estrellas, el sol y la luna. En los campos, se contaban los días, se trazaban las metas, se medían los tiempos de los cultivos por los vientos, las lluvias y las diferentes étapas de la naturaleza.
Hubo un tiempo en que la palabra de las personas tenía un valor, un sello, un aroma, una firma y bastaba para todo. Un tiempo en que la oración era diaria, era sustento y esperanza y era la consejera de naciones enteras. Un tiempo en que la verdad era un tesoro y la mentira se quemaba a diario en la hoguera. Un tiempo en que la palabra valores existía y marcaba los límites de lo que se podía y lo que en realidad era. Un tiempo en que Jesús era la mayor promesa, su palabra una joya que se acariciaba en aulas, centros, parques y en toda la tierra. Un tiempo en que a Dios se le miró con temor y otro con respeto y admiración completa.
Hoy se busca eliminar la verdad, la sinceridad, la honestidad, la presencia de Dios, los consejos, los ancianos, la sabiduría, los valores, la iglesia y todo aquello que ilumine, guie, y proteja.
Pasarán muchas generaciones entre pugnas y guerras, se podrán extinguir los planetas y las estrellas, más en medio de todo seguirán siendo real y verdadera la palabra de Dios que en Jesús, toma vida y se hace eterna. Palabra que crece en quienes la aceptan, que toma raíces, crece ramas en quienes aman al prójimo, y siembran con sus huellas paz, esperanza, sanación en quienes por sus caminos encuentran.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón». “Porque Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo”
Dios es tu admirable consejero que guia tu vida ayer, hoy y siempre, Es el sol y la luna que mide tus días y tu existencia. Es el camino, la verdad y la vida. Si lo ignoras, en tu vida su fuego se extinguirá, más en quienes le busquen su llama crecerá y permanecerá.
Jesús te dice: “Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
Haz de Jesús tu consejero y amigo y venceras y tu vida trascenderá mas allá de la vida misma.
Bendiciones Mateo (18 15-20)
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