DESCUBRE EL ENGRAVADO QUE HAY EN TI

Paz y bien hermanos.

En un concurso de tallar la madera, a todos los participantes se les entregó un trozo del mismo tamaño y con la misma forma y se les dijo antes de empezar. “De ustedes depende descubrir lo que este pedazo de madera encierra, quien logre revelar toda su belleza y esplendor, ganará. Manos a la obra”. La abuela que estaba presente sentada en una de las bancas de aquel lugar nos dijo en aquel momento a nosotros: “esto me recuerda cuando estuve embarazada de cada uno de mis hijos. Pensaba en mi juventud, que de mí no podría salir nada bueno, pero a medida que fueron naciendo uno tras otro, me fui sorprendiendo de como el tallador logró darle forma y sacar la mejor expresión de vida de mi interior y me ayudó a encontrar la gran riqueza que mi vida encierra”. En aquel momento, abrazamos a la abuela y lloramos un rato junto con ella. Aquellas lagrimas quizás también fueron torneadas desde nuestro interior, porque hasta hoy día, revelan una belleza interior desconocida, hermosa y valiosa que está allí esperando formarse y crecer. Estas, nos ayudan a descubrir mejor lo que no vemos y lo que no sabemos.

Fuiste hecho para tallar con tus manos, puedes tallar con tu corazón y con tu mente también. ¿Eres consciente de lo que esculpes? Las nubes se forman en el firmamento por la condensación de las gotas de agua suspendidas en la atmosfera. ¿Cuáles de tus acciones en la vida son como pequeñas gotas que forman nubes que irrigan, protegen, alimentan y labran gota a gota a otras personas? ¿Puedes cincelar con tus palabras la dureza que hay en el corazón de otras personas y extraer de ellas la belleza que encierran?

Jesús, llega a un mundo cubierto por piedras toscas de pecado, un mundo oculto entre el velo empolvado de la maldad, sepultado bajo la capa elegante y fina (como la de un diamante) de la hipocresía. Llega Jesús a un mundo atado a los malos deseos y encubierto por una espesa coraza de ambición, de mentira y de injusticia. Jesús llega a la humanidad enviado por su Padre, para tallarle de nuevo a su forma original, para sacar de entre sus deformidades la imagen de Dios, en la cual fue creada. Para que esta humanidad comprenda que al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto. Y Jesús se entrega a la tarea con sus manos dispuestas y prestas a inscribir de nuevo la presencia de Dios en los corazones y mentes del mundo. Con su oración recibe de Dios los planos originales de la creación, las instrucciones para poder vencer los obstáculos y barreras que encuentra en el camino. Jesús ayuna para poder recibir la imagen clara, la voz exacta, la fuerza que viene de Dios. Jesús sacrifica sus días y noches para poder cumplir con su tarea y moldea y abre corazones con sus enseñanzas y prodigios.

Permite que Jesús inscriba en ti el amor por la palabra de Dios, la cual está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón. Porque nadie que crea en él quedará defraudado. Se refiere a la palabra de la fe que os ha sido anunciada. Alaba y bendice el nombre de Dios, pues todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.

Permite que Dios te acompane en el desierto de tu vida y que esculpa de allí, la mejor forma, para que cuando la conozcas veas a Dios mismo, a su gracia, a su bendición y a su plan de amor y paz para ti y tu vida.

Bendiciones

Lucas (4 1-13)