CULTIVA PALABRAS DE VIDA ETERNA

Paz y bien hermanos.

La mente humana solo acepta ideas consideradas razonables.  Por eso cuanto te dices que la semilla tiene que morir para vivir, al igual que el ser humano. Esto suena inverosímil, mas es cierto, porque  si no se siembra una semilla y al irrigarla, desaparece dentro de la tierra, no habrá una planta nueva. Por eso hay que morir para vivir.  De igual manera la maldad causa la muerte,  es decir, la semilla enferma por mas que se siembre no vivira. ¿Sabes la diferencia entre amar de palabra y amar de corazón? ¿Por qué o por quien estas dispuesto(a) a morir? ¿Cuáles de tus palabras son espíritu y vida y cuales son palabras?

Somos definidos minuto a minuto por nuestras decisiones, nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras omisiones. Es decir, cultivamos lo que sembramos día a día.

Jesus nos dice con su ejemplo y con sus palabras:  “El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»“  Por lo tanto, njada de lo que digas dará fruto a menos que tu pongas tu corazón y tu vida en lo que dices, como lo hizo Cristo en todos sus mensajes.

Jesus te invita a morir por quien amas.  “Él se entregó a sí mismo por la iglesia, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada.”

Que halles en tu oración profundidad para sembrarla y tu cambio personal para fertilizarla con sacrificio y entrega.   Que halles en la palabra de Dios, herramientas que te permitan hallar luz y entendimiento y puedas como Pedro decir:  “Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.“

Bendiciones.  

JUAN (6 60-69)