top of page

COSECHA DE CONFIANZA

Paz y bien hermanos.

Una mujer solía alimentar a la puerta de su casa un gato que encontró en su vecindario. Con el tiempo otros gatos se unieron y otros nacieron y de cinco a ocho gatos terminaron por pararse casi todo el día en la puerta de su casa esperando que ella les arrojara el alimento. Un día, la señora vendió su casa y se marchó, sin llevarse ninguno de los gatos. Pasaron los meses y los gatos seguían esperando a que se volviera a abrir la puerta de aquella casa para alimentarlos, como lo hacía cada tarde ella. Cuando los gatos se dieron cuenta que estaban muriendo de hambre, empezaron uno a uno a irse de aquel lugar. ¿Qué es aquello que crees necesitas para vivir y de lo cual depende tu vida o mantiene tu vida atada o sujeta? ¿Qué cosas haces en tu vida diaria que construyen, edifican, sostienen, o alimentan algo? ¿Tu vida depende de tus acciones diarias o de que o de quien depende que tú vivas?

El agricultor no mira la gran extensión de tierra que posee como su más grande posesión, sino la cosecha que recoge, después de días de sol, lluvia, trabajo y sacrificio. La persona que haya en el placer la razón de la vida, terminara un día su vida dándose cuenta que dejo todo su terreno sin cultivar, sin cosecha, sin frutos. Se verá frente a la puerta de la vida que no le volverá alimentar su placer y perecerá por carecer de amor. Como los gatos que pusieron su confianza en quien les alimentaba, quien pone su confianza en aquello que no requiere ni trabajo ni esfuerzo, perderá su vida sin propósito alguno.

Jesús mismo dijo de su padre: El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

Jesús no tuvo su confianza puesta en sí mismo, en sus pertenencias, en sus habilidades, en sus conocimientos, porque sabía que así, fácilmente seria vencido por las tempestades de la vida. En cambio, Jesús puso toda su confianza en su Padre, y a Él pidió en oración y acudió en los momentos de duda y de temor, y se entregó a su designio, a su voluntad cuando intento cultivar la sanación, la conversión, la purificación, la unción de un necesitado, de un pecador, de un enfermo y marginado de la sociedad.

Quien ha puesto su confianza en Dios se atreve a decir:

Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco

Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida

El único alimento que no perece, el único sustento que no expira, la única cadena que no ata, el único vínculo que no obliga, la única respuesta que libera y que sana, es la que viene de Dios. Por eso, Jesús nos dice: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.»

Podemos caminar con Jesús nuestra vida entere y no reconocerlo o habiéndolo reconocido no haber hecho nada para cultivar una relación con El, o habiendo cultivado una relación con El, haberlo hecho para cosechar algo personal, algo material, algo superficial y perecedero. Pon tu confianza no en el Dios que te alimenta, no en el Jesús que te sostiene. Pon tu confianza en Dios, quien te ayudara a cultivar un mejor terreno para tu vida, para que logres alimentar a muchos en su nombre. Pon tu confianza en Jesús, quien te acompañara en los días de lluvia para fertilizarte y en los de sol para ayudarte a llevar bendición a los demás.

Bendiciones


Marcos (8 27-35)


Comments


Featured Posts
Check back soon
Once posts are published, you’ll see them here.
Recent Posts
Archive
Search By Tags
No tags yet.
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page