ARATE Y REHABILITATE, ANTES DE SEMBRAR

Paz y bien hermanos.

¿Has recapacitado sobre algo en tu vida? ¿Te ha recapacitado alguien, alguna vez? ¿Cuál es el propósito de recapacitarse?

En la ciencia forense se reconstruye el escenario de un incidente, para tratar de detallar los últimos momentos de una persona y determinar que sucedió y como. Es casi, como intentar dejar hablar al cuerpo inerte sobre sus últimos segundos y de esta manera reconstruir todo a su alrededor. Si no se hiciera esto, no se podría dilucidar entre una muerte y un crimen. En las personas mientras viven el hecho de revisar lo acontecido con su vida, con su relación con los demás, con sus hijos, con su conyugue, con sus compañeros de trabajo, permite revisar el antes y el después de los eventos que perturban la mente y roban la paz. Esta revisión permite reconstruir el escenario que muestre claramente que es real y que es imaginación, que realmente sucede y que es lo que se cree que está sucediendo. Recapacitar sobre los asuntos de la vida, le permite a una persona resolver, decidir, clarificar y mejorar.

Juan el Bautista llego a la vida de los pueblos y veredas con un solo clamor. “Allanen los caminos del Señor”. Esto implica recapacitar sobre lo que hay dentro de cada individuo y tomar decisiones con miras a preparar la vida para que Dios la encuentre en orden, clara, sencilla, libre y dispuesta. Y Jesús tocó a sus puertas y les dijo: “Quien recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá”.

Jesús entra en la escena de todos y quienes recapacitan, entienden ,aceptan Y le siguen. Quienes han cerrado las puertas de su corazón, petrificaron, congelaron su existencia para evitar que fuera tocada por el fuego del Espíritu Santo. Quienes han bloqueado sus mentes con barricadas, discursos, opiniones, ideas, creencias y supercherías, no conocen, ni ven los milagros de Jesús, no creen, se han quedado ciegos espiritualmente.

Quienes le dieron la oportunidad a Jesús de tocar en sus vidas, sus hogares, sus trabajos no se arrepintieron, porque hallaron un camino nuevo, una vida y una luz llena de esperanza, consuelo y misericordia.

El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino al humilde. Piensa, medita, recapacita, no os encerréis en vuestros intereses personales. Permite que la Palabra de Dios sea la semilla de vida que encuentr en ti un terreno revitalizado, cambiado, renovado y fértil y lloverá sobre el campo de tu existencia un manantial de vida que te hará crecer y dar frutos en abundancia.

Bendiciones

Mateo (21 28-32)