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ARA TU VIDA Y DEJATE CULTIVAR

Paz y bien hermanos.

Si Miras la vida como el campo donde podrás sembrar, cultivar y cosechar entonces entenderás que tienes de lo que has sembrado y tu vida es el resultado de tu esfuerzo, de tu honestidad y de tu sacrificio. El agricultor que siembra mala semilla, o quien siembra más no cuida, o quien cultiva mas no poda, o no abona, tendrán frutos escasos y no muy buenos. Hay acciones en tu vida que siembran y otras que permiten que seas cultivado. 
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis       , llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué tipo de semillas permites que crezcan en tu interior y cuáles de ellas cuidas más? ¿Sabes cómo arar tu mente y tu corazón o permites que alguien más lo haga por ti?  ¿Qué sistema de regadío usas para tu alma, para tu mente y para tu corazón y cada cuanto irrigas?
"Señor, tú me examinas y conoces, sabes si me siento o me levanto, tú conoces de lejos lo que pienso. Ya esté caminando o en la cama me escudriñas, eres testigo de todos mis pasos. Aún no está en mi lengua la palabra cuando ya tú, Señor, la conoces entera.  ¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde huiré lejos de tu rostro? Si escalo los cielos, tú allí estás, si me acuesto entre los muertos, allí también estás. Si le pido las alas a la Aurora para irme a la otra orilla del mar, también allá tu mano me conduce y me tiene tomado tu derecha. Si digo entonces: "¡Que me oculten, al menos, las tinieblas y la luz se haga noche sobre mí!" Mas para ti ni son oscuras las tinieblas y la noche es luminosa como el día. 1Pues eres tú quien formó mis riñones, quien me tejió en el seno de mi madre. Te doy gracias por tantas maravillas, admirables son tus obras y mi alma bien lo sabe. Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en el secreto, o bordado en lo profundo de la tierra. Tus ojos veían todos mis días, todos ya estaban escritos en tu libro y contados antes que existiera uno de ellos. Examíname, oh Dios, mira mi corazón, ponme a prueba y conoce mi inquietud; fíjate si es que voy por mal camino y condúceme por la antigua senda." Salmo 139.
Invoca a Dios, llamale, abrazale día a día aunque camines por un valle de sombras para que Él encamine tus pasos, siembre en tu vida, cultive en tu mente y coseche en tu corazón la bendición para la cual has sido creado.  Que la palabra de Dios siga sembrando semillas en tu vida y Dios te dará el Espíritu Santo cuando se lo pidas
Bendiciones

Lucas (11,1-13)



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