ALIMENTO PARA TU CAMINO
Paz y bien hermanos.
De joven admiraba con asombro como la locomotora que venía silbando y lanzando grandes bocanadas de humo de repente cambiaba de carril con gran facilidad y se perdía en pocos minutos en la distancia, mientras otro en sentido contrario pasaba al mismo tiempo casi rosándolo, pero tan solo moviendo la brisa en dirección opuesta.
¿Te es fácil cambiar de camino, cuando descubres tu error? ¿Ignoras los fracasos y continúas en la misma senda? ¿Tus problemas te alejan o te acercan a las personas?
Es fácil ver la transición de una estación a otra, porque los cambios se van dando paulatinamente y la naturaleza va reaccionando en acorde con los mismos. El ser humano desde que nace pasa continuamente cambiando de una estación a otra y en ocasiones, tristemente sin darse cuenta.
Jesús, propone a la humanidad unir sus manos con las de Él. Para juntos caminar cada estación de la vida con paso seguro, con la mirada confiada y con la posibilidad de vivir los mejores años de la vida personal que jamás se puedan vivir. Jesus te propone cambiar la senda por la que vas, en la cual colisionas con muchos y muchas situaciones. Jesus te brinda como la locomotora, la posibilidad de mantener tu velocidad y fácilmente moverte cerca de Él, para alivianar tu carga y tus problemas.
Hoy, cuando los problemas tocan a tu puerta, dobla rodilla, diles, que Dios es quien esta en control y te levantará cuando caes, y que tenderá su mano para que te incorpores de nuevo
Hoy, cuando la enfermedad llegue a tu vida, cierra tus ojos al mundo y ábrelos al Espíritu de Dios
Hoy cuando los vicios, las cadenas, la oscuridad, los amuletos deseen atar tu existencia a el puerto de la condena y la soledad, confía en Dios, confía en su palabra, confía en su promesa.
Jesús espera por ti, todos los días y te lo dejó dicho en su palabra:
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
Alimentate de Jesús, de su amor, su bondad, su misericordia, su paz y no volverás a sentir hambre del mundo y sus engaños. Comunicate con Jesus y entra en comunión con sus promesas.
Bendiciones
Juan (6 51-58)
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