¿ACTUAS POR CONVICCION O POR EMOCION?
Paz y bien hermanos.
Cuando las abuelas se metían en la cocina a preparar algo, no solo les tomaba casi todo el día, sino que se notaba la cantidad de esfuerzo y trabajo que les requería preparar sus alimentos. En la mesa, todos disfrutan de las delicias que ellas cocían con tanto cariño y sacrificio. En cambio, cuando nuestras hermanas o nosotros mismos ingresábamos en la cocina a cumplir con la tarea de cocinar para todos, había enojo, afán y mucha insatisfacción frente a la tarea. Los alimentos carecían del toque, la finura, el sabor, la calidad que le ponían nuestras abuelas. ¿Has hecho algo en tu vida por cumplir? ¿Has sacrificado algo en tu vida, para que otros tengan? ¿Has ayudado a los pobres por obligación o por amor?
Cuando se deja que las emociones tomen control sobre nuestras acciones, entonces los resultados se desvanecerán como la lluvia en la arena después de haber pasado. Cuando se permite que el corazón tome control de nuestros hábitos, hay una firma, un sello que identifica las tareas con un profundo sentido de calidad y durabilidad. No es cuantas veces has hecho algo, es cuando lo hiciste con amor y por amor. Jesus, llego a las sinagogas, las plazas, los pueblos, las ciudades, los caminos, las aldeas, las playas, las montañas y atraía multitudes. No por el pan que multiplicaba, no por las sanaciones que hacía, no por los pescados que caían en las redes ni por los mensajes tan profundos que entregaba. Era y sigue siendo, porque en Jesus el amor afloraba, la luz de su Padre celestial se reflejaba, la Paz del Espíritu Santo se desbordaba, la sonrisa y la bondad todo lo impregnaban y en cada huella que dejaba, quedaba impresa una esencia divina de pureza y misericordia que aún se puede respirar.
Así como la cocina de las abuelas es inolvidable, así la presencia de Jesus en la vida de tantas personas desconocidas para nosotros, está latente, viva, presente, y lo que es aún más importante, hoy todavía se repite, regresa, y revivifica en las vidas de muchas otras personas. Jesus te invita a vivir la fe con convicción y no con emoción. A darle el sello de calidad que conduce a la eternidad y no a dejar que se evapore con la primera caída de los rayos del sol sobre las espaldas de nuestra vida. Jesus de dice hoy: “Dale al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Ora diariamente y sigue las huellas de Jesus en su palabra.
Bendiciones
Mateo (22 15-21)
Comments