LA TAREA ES ARAR EL DESIERTO
Paz y bien hermanos
Los judíos después de muchos anos de estar arando el desierto han logrado finalmente que produzca alimentos y hoy día tienen cientos de hectáreas que producen jugosas cosechas y alimentos para su pueblo. Es verdad que la perseverancia juega un papel importante en este milagro, pero lo mas importante es que alguien vislumbró que la tierra de un desierto puede cosecharse y se dio a la tarea de demostrarlo. En la mente humana hay muchas áreas áridas cual desierto, que no permiten cultivar paz, alegría, amor, bondad, caridad, perdón, esperanza. Solo cuando el ser humano se concientiza de que su desierto interior es el resultado de sus propias decisiones, entonces, se detiene y decide que su vida debe de buscar la felicidad, y contra viento y marea la persona inicia una serie de tareas para arar su propia vida para sacar todo aquello que le quita el espacio a la posibilidad de que ella crezca.
¿Cuál parte de tu mente o tu corazón es un desierto que no permite que crezcas y seas feliz completamente? ¿Qué tareas haces a diario para que todo aquello que reseca tu vida, que destruye tu paz, que te roba el amor, la sinceridad, la bondad, la verdad, sea eliminado de tu vida? ¿Sabes que fuiste dotado con herramientas para poder mejorar tu existencia y la de toda persona que camina contigo tu senda diariamente?
Jesús vivió en la humildad y la pobreza, vivió en medio del trabajo y la responsabilidad desde muy niño, vivió la persecución desde que nació, vivió rodeado de padres que tuvieron que arar muchos terrenos para apartar la sequía, la miseria, el hambre de sus vidas. Jesús creció mejorándose a sí mismo todo el tiempo porque comprendido que su misión era lograr que otros trataran de imitarle para poder llevarlos hacia Dios.
A Jesús su padre le dio todo poder en el cielo y en la tierra.
Juan lo bautizó con agua, y el Padre lo bautizo con el Espíritu Santo y a ti también te bautizará.
Tú también fuiste hecho para grandes tareas. Por eso, a ti se te ha entregado un espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, Se te han iluminado los ojos de tu corazón para que comprendas cuál es la esperanza a la que se te llama, para que te des cuenta de la riqueza de gloria que se da en herencia a los santos, y para que te percates de la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes,
Entonces que esperas, Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Llena tu cantimplora con agua de perseverancia, alegría y esperanza para cuando enfrentes las fatigas del camino. Llena tus pulmones de oración, de bendición, de optimismo para que irrigues las sendas de quienes se crucen por tu senda. Llena tu corazón de la palabra de Dios, para que toda tarea, toda misión, todo trabajo, todo momento esparza su semilla, transpire y huela a Jesús y are las vidas y para que todos sepan que Él está con quien le busque todos los días, hasta el final de los tiempos.
Bendiciones
Mateo (28,16-20)
