CARICATURA DEL HIJO AMADO
Paz y bien hermanos.
Cuando el caricaturista bosqueja el rostro de una persona, su obra va acompañada de una visión profunda de su cliente. No solo es un dibujo, es un retrato de lo que no se ve mas si se vislumbra. Es un reflejo de lo secreto que se perfila en quien posa. ¿Si tu tuvieses que hacer la caricatura de ti mismo, que ingredientes especiales pondrías en tu caricatura y que forma y tamaño le darías a el rostro y donde dejarías reflejados esos dones, talentos, gracias y características personales? ¿Hay en tu rostro huellas de tu pasado o hay en tu mirada o tu cuerpo, reflejos del ayer? ¿Si pudieses cambiar en tu rostro algo, que es lo que cambiarias, y que crees que tienes que hacer para que tu rostro adquiera tal semblante?
Los rostros hablan de las personas y asi como reflejan en ellos las cicatrices de las droga, el alcohol, la pornografía, o cualquier otro habito esclavizante, tambien reflejan por supuesto la paz, la alegría, el amor, la fuerza, el ánimo, la unción, de quien trabaja a diario por adquirir estos regalos. El rostro de una persona habla del temor que siente, de la tristeza, de la agonía, del dolor, de la frustración, de la desesperación, de la ira, asi como también se dibuja en dicho rostro la fortaleza que vence, la sonrisa que estimula, la esperanza que persevera, el ánimo que estimula, la sabiduría que da paciencia y la bondad que vence toda desavenencia.
Si se quisiese hacer una caricatura de Jesús, ¿qué crees que mejor lo caracterizaría?
Es posible que se dibujen sus manos casi unidas para orar, más dibujando al final de ellas un corazón en cuyo interior una luz abrazaría a toda la humanidad, la cual estaría en alli protegida, y a los pies de ella, unas muletas de quienes volvieron a caminar, un bastón para ciegos de quienes recuperaron la vista, una cama vaciá de hospital de quienes han sido sanados, una cruz que caminó hasta el Gólgota para dejar huellas de amor y esperanza, un par de sortijas que conducen a una pareja a reflejar una sola carne, un par de copas que simbolizan las bodas de Canaán y en el centro el cuerpo y la sangre de Cristo ofrecidas en la última cena. Y en el trasfondo de la caricatura el rostro compasivo, sereno y misericordioso de Jesús, quien siempre antepuso sus manos y su misión ante todo y para todo, para poder así cumplir la voluntad de Dios.
En la caricatura de Jesús se reflejaría su oración, y el aspecto de su rostro cambiando, mientras su vestido brilla de blanco. Jesucristo busca elaborar cada dia elementos que aporten a nuestra caricatura para esta vida. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérlo todo. Espera gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. Busca todos los días en tu oración, el rostro del Señor, para que en tu búsqueda puedas reflejar para tu vida su amor, su perdón, su sacrificio, su plan de vida para tu existencia. Incorpora en tu caricatura un rostro nuevo, adornado por las palabras de vida de Dios. Agrega a la caricatura de tu vida la transfiguración de tu cuerpo y de tu alma, para que Dios pueda llamarte también “Hijo amado”
Bendiciones
Lucas (9,28b-36)
Lucas (9,28b-36)