MUCHOS, SON UNO

Paz y bien hermanos.

Se alean dos metales para obtener uno más fuerte. Se alían personas para hacer un equipo y poder enfrentar un reto junto. Se integran equipos de trabajo o estudio en escuelas y universidades para hacer la labor más fácil y poder cooperar en la investigación y las tareas. Los cazadores se unen para atrapar más fácilmente su presa, los niños se trepan uno encima de otro para poder alcanzar las galletas, las familias se unen en el dolor para poder sostenerse y superar las circunstancias.

¿Has sido parte de algún equipo, unión, grupo en tu vida? ¿Has hallado alguna diferencia entre una unión familiar y una unión de amigos? ¿A quién te puedes unir hoy para fortalecer tu vida y avanzar más fácilmente por su senda?

Jesús vino a formar un equipo que pueda vencer a quien le ha querido robar su rebano. Vino buscando manos que quieran aportar, apoyar, laborar, emprender, construir, unir, atraer, levantar. Vino buscando corazones dispuestos a perdonar, amar, escuchar, dar, entender, comprender. Vino buscando vidas dispuestas a sacrificar, labrar, cuidar, pastorear, testificar, buscar, asistir, compartir. Vino Jesús llamando a quienes quieran integrar un ejército de luchadores dispuestos a rescatar los presos, los caídos, los enfermos, los ciegos, los extraviados, los confundidos, de las mazmorras del pecado, la tentación, la oscuridad.

Hazte aliado de Jesús, de su palabra, de su vida, de su plan y apoya con tu esfuerzo y dedicación la misión que vino a sembrar en la tierra, para que tú y muchos puedan alcanzar la salvación, la liberación, la paz, la felicidad.

Hoy tú podrías ser quien liberes a alguien de la prisión en que el enemigo lo ha mantenido. Mañana podría ser otro quien te saque a ti del abismo en que puedes haber caído al tropezar en la noche oscura y caer.

La mano que hoy extiendes hacia Jesús para aliar tu vida con la de Él, podría ser la mano que Jesús extienda mañana para que otros también puedan acercar sus vidas hacia Él. Ratifica tu unión con Jesús cada día de tu vida con la oración y la lectura de la Palabra. A ti Jesús te dirá: “Tomad, esto es mi cuerpo.” Cogiendo una copa, pronunciara la acción de gracias, te la dará, para que bebas. Y te dirá: “Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos”. Y es entonces que serás uno con Cristo y con el Padre y con el Espíritu Santo.

Bendiciones

Marcos (14,12-16.22-26)