ARAR EL CAMINO
Paz y bien hermanos.
¿Qué hace una voz cuando se la lleva el viento? Eco. ¿Qué hace un consejo cuando no es escuchado a tiempo? Deja cicatrices. ¿Qué hace una semilla cuando se planta después de arar la tierra? Brota, crece y da fruto.
Las pequeñas cosas que te pasan en la vida son las grandes cosas que te pasan en la vida. Aquello que viste insignificante se puede convertir en importante. Las letras que danzan en las páginas de los libros llegan a bailar melodiosamente en la mente, a componer y a animar la vida del ser humano, en una comparsa de conocimientos y experiencias que sin las primeras letras nunca hubiese podido llegar a ser posible. La alegría contagia, atrae, anima, se propaga mientras que la depresión aleja, aísla, oscurece y atemoriza. Las oraciones hacen eco en el interior de la persona animando todo, recreándolo todo, fortaleciendo y levantando. La gratitud irriga los campos de la amistad, siembra y cosecha felicidad, fertiliza y procura longevidad. Mientras la maldad, seca, deprime, destruye, sega, limita, oprime, y finalmente sepulta. Por lo tanto, trabajar con amor en lo poco, conlleva mejorar y conseguir mucho. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Quien siembra hoy deseos profundos y sinceros de cambio, recibirá la unción de Dios para lograrlo.
Quien presta su vida para anunciar la buena nueva o para vendar los corazones desgarrados, o para llevar semillas de vida a los cautivos y afligidos, desbordara de gozo y alegría, porque Dios mismo le revestirá y acompañara. Quien labra su vida para sembrar semillas de vida, de amor, de paz, de esperanza y de fe, nacerá de nuevo, y Emmanuel con él.
Decía un famoso autor inglés: Lo malo no son los crímenes cometidos, sino todo el bien que se puede hacer y no se está haciendo.
¿Qué estas sembrando en tu vida hoy?
La vida que vibra en el interior de cada persona puede hacer muchísimo bien a la humanidad si se desea y se actúa sembrando correctamente, constantemente, y diariamente intenciones y acciones que conduzcan a hacer realidad este propósito.
Las palabras y los pensamientos que se usan cargan y mueven los deseos y los contenidos que el corazón de la persona les alimente.
Allanar el camino del presente, desechando lo oscuro, lo triste, lo impuro, lo discriminante, lo negativo, lo despreciativo, lo humillante.
Lleva a tu mente y tu corazón la palabra de Dios, el mensaje de Cristo, la unción del Espíritu Santo, el abrazo del Padre Celestial y veras retoñar en tu vida y su derredor, un jardín de justicia, de paz y de amor.
Bendiciones
Juan (1,6-8.19-28)
