NO DUERMAS EN EL CAMPO DE BATALLA

Paz y bien hermanos.

¿Has llegado alguna vez tarde a la escuela, el trabajo o una reunión? ¿Te has encontrado con inconvenientes en tu camino? ¿Has tenido que cambiar de planes debido a lo inesperado y fortuito?

Hay bebes que nacen en el momento menos esperado tomando por sorpresa a padres y médicos. Ha habido fallas electrónicas que alteran el funcionamiento de semáforos, o señales, creado un caos en el flujo automotriz. Hay personas que planearon viajar en avión y terminaron en un tren un barco o un carro, para poder llegar a sus destinos. No importa si se tienen muchos títulos universitarios o ninguno de primaria y secundaria, todos somos afectados en la vida de una manera u otra por eventos que no caben en nuestra mente o nuestra planeación.

Jesús, llego a un mundo similar al nuestro a tratar de garantizar en la vida humana, la paz, la alegría, la sanación, el amor, la vida, la bondad, la humanidad misma. Y se encontró con quienes eran dueños del tiempo, el dinero, la vida, el comportamiento y las decisiones del pueblo, la gente, las familias. Se encontró con quienes todo lo planearon para poder amasar riquezas, poder, dominio y control. Su lucha más que espiritual, fue mortal, fue humana, fue contra los preceptos y obstáculos creados por los sabios y entendidos, para mantener dominada la población entera.

Jesús vino, para denunciarlos, para erradicarlos, para hacerle justicia al pobre, al caído, al oprimido, a la viuda y al necesitado. Jesús murió luchando por hacer cumplir la misión de su Padre. Con su muerte y su resurrección dejó Jesús, un sello para los cristianos. El sello de garantía de que Dios le envió, Dios le guio y Dios es el autor de todo y de todos incluyendo su hijo único. El sello que certifica a cada persona humana la posibilidad de vivir una vida plena terrenal y espiritual, siguiendo los delineamientos del Padre y viviendo plenamente su mandato de amor, de entrega y sacrificio por los demás.

Jesús te ha dejado la invitación para que transformes tu vida terrenal, en una que abrace lo espiritual. Y te ha dejado como enseñanza, que tu lucha diaria por el cambio hacia las cosas de Dios, conllevara esfuerzo, batallas internas, contra quienes quieren dominar tu vida con imposiciones esclavizantes, con opciones denigrantes, con ataduras inmorales, con dependencias y eslabones que deshumanizan y destruyen el cuerpo, la mente y la persona. Comienza tu batalla hoy, y mantente alerta y despierto en el Espíritu, para que no seas arrastrado de nuevo en la oscuridad y te quedes dormido, para que no pierdas de vista al Padre que ilumina tu senda.

Jesús te aconseja: Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

Bendiciones

Marcos (13 33-37)