TU ACTITUD MULTIPLICA O DIVIDE

Paz y bien hermanos

Se ha dicho que en el reino de los ciegos el tuerto es un rey.   Hay entonces que preguntarse a nivel personal: en este mundo  de mentiras, engaños, falta de moral, falta de ética, falta de valores humanos, y orientada hacia el libertinaje, quien soy yo. ¿Un súbdito más  o un rey?. 

Podemos extender esta enseñanza al hogar.  En un hogar en tinieblas quien intenta sembrar la luz es el rey.  Quien lleva verdad, bondad, paz al diálogo familiar, es el rey.  Tus acciones multiplican o dividen.  

Y Dios quien es Rey, en este mundo de ciegos y tuertos, multiplica los panes que tu provees con tu ofrenda diaria.  

Y el cuerpo y la sangre de Cristo multiplican la presencia de Dios Rey en el mundo para alimentar a quienes tienen hambre y sed de Dios. 

En el camino de la fe se han creado muchos sabores, y colores, más uno solo es Dios, uno solo el Espíritu Santo, uno solo Jesús.  A Dios no le importa como le llamas sino cuanto le amas. Dios está sediento de ti, de tu respuesta, de tu amor, de tus acciones. Por eso Dios se hace presente en el cuerpo y la sangre de Cristo para alimentar al mundo diariamente y unirlo así,  rompiendo con la división. 

¿Correspondes a Dios todo el tiempo, o le das migajas de tu tiempo?   ¿Es tu fe basada en lo que dicen las iglesias, o en lo que dice Dios?  ¿Es el cuerpo y la sangre de Cristo motivo de escándalo o de bendición y reparación para tu vida?

Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.»

Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.

Dios multiplicará lo poco que tu le des y lo podrás compartir con quienes Él pone en tu camino.  Asegúrate de que luchas por darle a Dios lo mejor de tu vida, para que tu vida reciba una mayor bendición.  Ora con el corazón diariamente y El Cuerpo y la Sangre de Cristo te cubrirán día y noche. Escudriña la palabra de Dios y crecerá en tu interior un alimento espiritual que sanara tus carencias y necesidades y nada te faltara. 

Bendiciones

Lucas (9 11b-17)