SOLO, NO PUEDES CON EL PESO DE LA VERDAD

Paz y bien hermanos

Por las calles circulan bicicletas eléctricas que solo requieren que el individuo conduzca.  En los supermercados, en los centros comerciales, e inclusive en oficinas y otros lugares, ya se encuentran pequeños robots o computadoras con inteligencia artificial  que proveen información, guían, orientan y ayudan a facilitar la vida humana. Hay una transición muy rápida entre la generación de los que lo saben hacer todo manualmente y la que quiere que se lo hagan todo mecánicamente. Aparentemente no hay nada malo pero evidentemente si lo hay. Se está generando una carencia de intervención cerebral humana que se inició con los teléfonos móviles y se incrementa poco a poco al punto que muchas personas no saben cuánto cambio deben dar a un cliente sin que la máquina se lo diga.  La capacidad de entendimiento y razonamiento humano va descendiendo y la incapacidad de hacer, crear y discernir, va incrementando. 

Así mismo, Jesus nos advierte de nuestra incapacidad mental y espiritual  para entender las cosas de Dios, su mensaje, su plan, su Gracia.  Por eso, sacamos conclusiones erróneas, tomamos decisiones humanas que aniquilan la espiritualidad y dividimos al mundo en grupos religiosos que pretenden tener la verdad en sus manos. 

Dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

¿Qué tipo de oración prácticas y que tan real es tu cercanía a Jesus, a su Espíritu Santo y a Dios Padre?

¿La palabra de Dios te ayuda a cambiar tu vida y a guiar tus pasos espirituales o es solo un libro de lectura?  ¿Cual es tu principal duda de fe y como te incapacita en tu vida espiritual?

Que Dios Padre te abrace, que Jesus te guíe y que su Santo Espíritu te revele la verdad y te de la luz y la vida para compartirla con quien Dios pone en tu camino. 

Bendiciones

Juan (16 12-15)