METAFORA DE TU VIDA

Paz y bien hermanos.

¿Cómo sabes que eres un ser pensante e inteligente? ¿Por qué la semilla muere pero vive cuando cae en tierra? ¿Por qué ves más cuando cierras los ojos?

La vida misma es una metáfora, porque eres visible y te mueves, gracias al aire invisible que respiras diariamente. Con el agua sobrevives y las aguas navegan sobre la tierra y la nutren, la transforman y más cuando se estancan perecen y apestan.

Más que parábola de servicio, de amor, de sabiduría y de paz es toda la vida. Porque todos cohabitan para ayudarse y aun así, cada uno vive una vida propia y única. Todos intercambian sus dones, y sus carismas, más difícilmente se alimentan de ellos pues ellos son para darse y ayudar a otros a hacer sus propias huellas. Todos mueren para que otros vivan, porque el padre y la madre que ayudan a traer nuevas vidas, dejan las propias dibujadas en los hijos y les entregan las suyas propias para que crezcan y vivan.

Jesús llega a la existencia del planeta, como el nuevo sol para alumbrar la oscuridad de la injusticia, la tristeza de la enfermedad, la miseria de la desigualdad, y la hipocresía de las ideologías y así erradicar la mala hierba sembrada en la humanidad.

Jesús, llega como la palabra de vida, de aliento y sanación, para servir de muleta a quienes no pueden caminar, de vida, a quienes tienen muerto el corazón, de sanación, alivio y consuelo a quienes sufren de enfermedades y padecen de algún mal.

Jesús llega para enseñar a la humanidad que quien vive la vida para salvarla la perderá, pero quien la pierda por el evangelio la encontrará. Vino para mostrar a la humanidad que nada se ha recibido para beneficio propio sino para el servicio del universo entero.

Jesús te invita a sumergirte en la palabra de Dios hasta que ella toque tus entrañas como fuego ardiente, encerrado en los huesos y no la puedas contener y la entregues con amor y paz para el bien de toda la humanidad.

Jesús te llama, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios, como lo hace toda la creación, para cumplir así su plan.

Bendiciones

Mateo (16 21-27)