LEY AGAPE

Paz y bien hermanos.

Así como las notas inertes cobran vida en un orden, en un ritmo, en una composición. Así como las palabras que deambulan en el caos de la vida, cobran sentido y toman vida cuando son reorganizadas para que lleven un mensaje, aliento, sanación, consejo, paz, instrucción y vida.

Así mismo, la persona en su interior, tiene vida solamente cuando logra retornar al orden, a la paz, a la calma, a el equilibrio con que Dios le infundio aliento un día.

¿Eres de los que crean reglas para otros y desobedecen las leyes de transito? ¿Hay leyes que prefieres ignorar porque te impacientan, detienen o demoran? ¿Cuál es el ingrediente principal en la creación y que es común a todos?

La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; Sus preceptos son más preciosos que el oro, más que el oro fino; más dulces que la miel de un panal que destila

Jesús no vino a burlar o eliminar la Ley, sino a cumplirla y a darle vida. Porque Jesús encontró que la ley se había deshumanizado. Se le quito su ingrediente principal y se convirtió en reglas estipuladas a conveniencia de cada uno. Jesús inicia su vida pública bautizándose para darle vigor al precepto de Dios, de que hay que bautizarse para iniciar la vida cristiana. Los hogares donde se ha quitado el amor, se han desplomado, sus hijos desparramado, perdido, desorientado, confundido y de sus vidas el amor mismo eliminado. Los pueblos, ciudades y países donde se ha eliminado el amor, han caído en la corrupción, el caos, la guerra, la iniquidad, la injusticia, el hambre, la tristeza y la pobreza. El mundo donde se ha perdido el amor, ha destruido la naturaleza, los recursos, los elementos naturales, la fauna, la flora. Un mundo donde la sequía, los incendios, las inundaciones, las heladas, la ruina de cosechas y la contaminación se propagan, es un mundo que ha eliminado el amor de las vidas de sus habitantes, ha convertido la vida en placer y consumo y las leyes en preceptos sin vida, ni humanidad, ni justicia.

Si Dios le infundio vida al corazón de un asesino para que se convirtiera en un predicador. Si Dios saco de la tumba a Lázaro para que diera testimonio del poder de vida que tiene la palabra de Dios, Si Dios vino a llamar a las ovejas perdidas, a los enfermos, a los necesitados para infundirles un espíritu de amor y de paz, de verdad y de justicia, es porque Dios sabe que el amor ágape, es el ingrediente más importante, el sazón, la fuerza, la razón de todo lo creado.

Ora para que el amor ágape sea el ingrediente principal en tu vida, para que la palabra de Dios alimente y cultive ese amor en todo lo que hagas, pienses y decidas, para que lo cultives y lo hagas parte de tus leyes de vida y un día la humanidad regrese a la creación de Dios, a su plan, a su ley.

Bendiciones

Juan (2 13-25)