LA PESCA MILAGROSA

Paz y bien hermanos

Un joven le contesta a su madre, quien le advertía que se alejara de una amistad. “yo no sé todavía lo que quiero, pero si sé lo que no quiero”. 

Cada mañana las personas se levantan cual pescador, lanzando el anzuelo al mar de la vida, sin saber lo que pescaran. En ocasiones la pesca les sorprende y este es un  día  fantástico.  Otras veces la noche llega y entran a sus hogares de nuevo sin haber logrado nada más que la sensación de haber perdido el día.  Este navegar por la vida sin Norte, sin resultados, sin éxito puede estar anclado en la respuestas a las preguntas:  ¿Sabes lo que quieres en la vida y te levantas en su búsqueda ? ¿cuántas cosas te defraudan y que haces para evitarlas?  ¿Hay algo que cambia tu día y quieres poder pescar más y más de lo mismo día a día?

Hay un milagro cada día cuando tienes la fortuna de poder levantarte para construir tu día y hacer de él lo mejor posible.  Y un milagro aún más grande cuando tu eres quien puede ser fuente de luz, de paz, de alegría y bendición para otros y así llenar sus redes de bendiciones gratuitas. 

Así mismo es Jesus, fuente de luz y sabiduría.  Es Él quien puede darte la mejor pesca todos los días, sí como sus apóstoles lanzas tus redes como El te lo indica

“Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».

Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».

Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse”

Ora a diario para que pesques la mayor cantidad de bendiciones y puedas llevar a otros una mayor alegría.   Lanza diariamente tus redes sobre la palabra de Dios para pescar la luz, la bendición, la enseñanza, la verdad que necesitas como guía para tu misión y tu vida. Y pronto descubrirás que también tú eres pescador de hombres.

Bendiciones.

Lucas (5 1-11)