EL PUENTE DE LOS RECUERDOS

EL PUENTE DE LOS RECUERDOS

Paz y bien hermanos

Cuando un ser querido se va, es usual buscar el álbum de fotos, su guardarropa, su caja de memorias especiales, su colección de objetos predilectos o sencillamente escuchar los recuerdos y experiencias personales que otras personas puedan tener.  En aquel momento estas cosas valen mucho más porque son el único puente que queda para unirse a ese ser querido y lo único que nos puede hacer sentir de nuevo cerca.

¿Te cuesta trabajo abrazar hoy, pedir perdón hoy?   ¿Son tus acciones diarias un afluente de buenos recuerdos y experiencias  que valga la pena guardar para después recordar?  ¿Sabes que guardar resentimientos es como almacenar veneno en tus venas, más si los cambias por perdón almacenaras en tu interior una gran bendición?

Jesus abrazó con sus acciones a todos los que le acogieron, creyeron en sus palabras e intenciones.  Jesus amó a cada persona  que se cruzó por su camino incondicionalmente.  Y quienes le rechazaron se perdieron de recibir su gracia, su amor, su sanación. 

Dijo Jesús  a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. 

Construye ese puente que te una y acerque a Jesus. Él quiere almacenar en tu interior  recuerdos  que te muestren su presencia en los momentos de angustia, dolor y tristeza.  Que te guíen a su presencia cuando sientas temor,  incertidumbre o confusión.  Que lleven a tu mente luz, a tus venas esperanza, a tu vida sanación.  

Ora diariamente para fortalecer ese puente que te permite acercarte a Jesus y mostrarle con tus pensamientos y tus acciones cuanto guardas de  Él y cuanto compartes de lo que te ha dado. 

Que la palabra de Dios te guíe a  tu morada interior y a un encuentro con Jesus quien es el amor del Padre y un afluente de gracia, alegría, vida y paz para compartir con quienes Dios acerca a tu vida diariamente. 

Bendiciones.

Juan (14,23-29)