DONDE VIVE TU CORAZON?

Paz y bien hermanos.

En algún momento de la vida uno se puede encontrar fácilmente con un callejon sin salida.  Ya sea conduciendo por un lugar desconocido, o arriesgándose a hacer algo sin tener una visión total de las consecuencias, o cuando en la vida se debe decidir entre dos cosas y no se sabe cual, o en los momentos en que la tristeza, el dolor, la pena son tan grandes que el corazón cae en un letargo profundo que esta al final del  callejon oscuro de la amargura. 

¿Qué situaciones tienes sin resolver? ¿A que le tienes miedo o de quien o de que huyes? ¿Podrias tomar una foto del lugar donde vives y compartirla sin sentir miedo o vergüenza?

¿Como seria la foto de donde tu vives? Si en tu interior anidan conflictos o dilemas tu vida, tu hogar, tu conducta lo reflejara y lo proyectara como si fuese una foto.  O si enfrentas tus temores y dudas y cumples tus metas y proyectos, tu vida tendrá las puertas y ventanas abiertas para quien desee entrar en cualquier momento. O si eres temeroso o inseguro,  vivirás en un recinto interior oscuro y alejado.  

Si invitas a quien nacido en un pesebre quiere ser parte de tu foto personal entonces tu realidad cambiara.

Jesús caminó con paso firme cada amanecer porque aprendió de su madre a enfrentarse a los retos con un “Si”  y porque comprendió que su hogar estaba en cada ser humano que se cruzara por su senda y que era su deber poner orden, llevar luz, paz alegría a el.

Por eso Jesus diariamente se dirige a tu vida y le pregunta:  ¿“Que buscás”?

Y de tu respuesta dependerá como vivas el resto de tu día.  Porque puedes abrir tu casa interior a Jesus e invitarle a quedarse contigo o puedes ingresar en el hogar de Jesus y aprender de su ejemplo divino, o sencillamente puedes seguir tu camino con lo cual entraras en el callejon sin salida que se llama rutina y lo entraras y saldraas de el cuantas veces quieras y tu decisión forjará tu destino.

Dios te invita a que llenes el vacío interior con su palabra, con oración, con penitencia, con obras de misericordia y de perdón.

Dios te invita a que abandones todo camino que debilite la fe, corroa los pensamientos buenos, opaque la luz de la verdad, marchite la vida, confunda los pensamientos, ataque la vida, la persona o juzgue a los demás.

Inicia hoy tu senda hacia Dios mostrandole donde vive tu corazón y diciendole: “Habla, que tu siervo te escucha”. Espera con ansia al Señor, quien se inclinará sobre ti y escuchará tu clamor.   Entonces tu búsqueda habrá terminado, porque abras llegado a la casa del Mesías.

Bendiciones

JUAN (1 35-42)