CAMINOS DE UN REY
Paz y bien hermanos.
Los caminos se extienden generosos para llevar los transeúntes de un lugar a otro, ofreciéndoles la certeza de que llegan, van y vienen, de que acercan los pueblos y ciudades. Quien toma la senda nunca camindada, deberá construir el camino, cuidar los pasos, guiar y orientar su mirada.
El camino es como el subdito que facilita las cosas, que atiende las necesidades, que agiliza la vida, que aporta, da, entrega, y sirve. ¿Eres camino u obstáculo para otros? ¿En cada amanecer, tomas la senda trazada o la construyes con tus acciones? ¿Es tu actitud diaria abierta y amplia o bloquea y limita las acciones de los demas?
El abuelo inicia el camino para quienes vendrán y los padres para sus hijos. Cada uno es servidor de sus futuras generaciones, cada uno sacrifica algo para que quienes vengan atrás tengan un camino que seguir.
Jesus vino a abrir los caminos a los necesitados, los olvidados, los abusados, los oprimidos. Jesus entro en la vida de todos para renovar la senda, la costumbre, la ley que impedia a muchos ser libres, ser personas, ser útiles, ser dignos. Jesus se hizo el camino de todos para sacarles del exilio y la opresión, y llevarles a sendas de paz, justicia y libertad. Jesus, abrió las celdas con la verdad, acabo las trochas de los injustos y les obligo a tomar el camino de la honestidad para revelar sus planes e identificar su maldad. Jesus llevo en obediencia a su padre una vida de servicio y entrega, de subdito y colaborador, de hermano y de esclavo.
Permite que la oración labre como lo hizo en la vida de Jesus sendas de prosperidad y de esperanza, rutas de fortaleza y de alegría, caminos de paz y de consuelo. Llena tus días de la palabra de Dios, para que puedas esculpir caminos de verdad y claridad, de luz y de amor, de misericordia y de bondad para ti y quienes vendrán un dia siguiendo tus huellas.
Que tu sacrificio personal te lleve a ser el rey de tus futuras generaciones, porque has dejado un palacio de riquezas y un tesoro de promesas inscritas en la senda que has labrado con tu esfuezo y sacrificio. Cristo es rey del universo porque dejo la senda esculpida para tu salvación e inscrita en tu alma y tu corazón. Este es el gran tesoro que recibió de su Padre y el cual comparte hoy con todos quienes le buscan y desean seguir.
Bendiciones
Juan (18,33b-37)
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