ARAR EL CORAZON, SANA LA RAZON

Paz y bien hermanos.

Todo comienza en el interior de la persona. Y todo lo que la persona piensa, dice, o hace tiene una razón de ser y una semilla de donde se origina.   Cuando la vida se complica, hay que interiorisar y ver cuantos de los problemas que nos asfixian, son semilla nuestra y cuantos son consecuencia de lo que cultivamos con lo que pensamos, decimos o hacemos. Gandhi lo resumio en este simple principio: “Cuida tus pensamientos porque se convierten en palabras.  Cuida tus palabras porque se convierten en acciones. Cuida tus acciones porque se convierten en hábitos.  Cuida tus hábitos porque ellos forman tu carácter.  Cuida tu carácter porque ese es tu destino”.

¿Qué construyes con tu vida, puentes, caminos, abismos o trincheras?  ¿Qué planes hay en tu vida, para enmendar, remediar, mejorar, y sembrar algo mejor en tu interior?  ¿Cuántas cosas en tu día, te impiden lograr propósitos, ser feliz, hacer lo que amas y amar  lo que haces?

Jesus instruia a los discípulos con consejos muy sencillos y prácticos, para alivianar la carga de la responsabilidada y formar el carácter de la confiabilidad.  Esto es  en términos mas sencillos, primero:, “deja tu mochila personal”:

Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.

Y segundo:  “ayuda al prójimo a cargar la suya”. 

“Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”. 

Jesus te instruye para que abandones tu mochila personal, dejando de pensar en tus derrotas, abandonando el negativismo, cambiando la mala hierba que nace en tu interior, por semillas de vida, amor, paz y union.  Para lograr esto, hay que orar con el corazón y no con la razón.  Hay que labrar el interior con perseverancia hasta exterminar lo oscuro, triste y negativo.  Una vez allí, Jesus tomara tu vida para sembrar con su palabra, las mejores semillas, y para ayudarte a cultivar los mejores frutos, para que tu y quien el ponga en tu camino pueda alimentarse de su presencia, de su amor y de su mensaje de salvación.

Bendiciones.  

MARCOS (6 7-13)