SU SOPLO TE CULTIVA

Paz y bien hermanos

Hay muchos jardines que se quedan sin flores o plantas y solo crece hierba y pasto. Solo cuando alguien decide embellecer el entorno es cuando nuevas semillas desplazan la tristeza, el descuido, la frialdad antes allí sembradas. Es entonces que aquella tierra fértil puede manifestar la riqueza encerrada en su interior y transmitirla fortaleciendo, acogiendo y prosperando la semilla plantada.

Hay relaciones de pareja que, como este jardín abandonado, no viven su riqueza, su fertilidad, su amor, su gracia, su fuerza interior porque no profundizan en su relación, sino que se quedan disfrutando solo de lo superficial. Quienes buscan descubrir la riqueza de su conyugue y ararla y sembrar en ella, lograrán el jardín que adorne su vida conyugal y comerán de los frutos de su esfuerzo y su sacrificio.

¿has desenterrado el niño interior que vive en ti y has podido junto con el transformar tu existencia en el jardín plantado por Dios para ti? ¿Buscas diariamente mejorar tu existencia y acrecentar las riquezas y carismas encerrados en tu interior? ¿Le entregas a las personas con quien convives lo mejor de tu jardín personal, alegría, paz, amor, sinceridad, integridad, bendición?

Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común

Jesús toca a la puerta de tu vida para invitarte a labrar tu jardín espiritual, a sembrar dones y a cultivarlos con tu esfuerzo, tu oración, y tu amor por Dios. Disponte a abrirle, y permítele que sople sobre ti, y recibe el Espíritu Santo; para que no falte el agua de vida en tu mente y corazón, para que irrigues tus acciones de la presencia del Padre a quien con confianza y seguridad le podrás decir: Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, ¡qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas.

Déjate cultivar por el Espíritu Santo, irriga sus regalos y gracias con oración que ama y perdona, con oración, que clama y adora, con oración que unge y esparce su esencia sanadora. Fertiliza tu vida con la palabra de Dios, y permítele fortalecerte, podarte y mejorarte como ser humano en todos los aspectos de tu vida.

Bendiciones

Juan (20,19-23)