ELEGIDOS PARA SER CULTIVADOS

Paz y bien hermanos.

Cuando se está empezando a vivir, hay un deseo innato en cada persona por ser llamado para algo especial. En los colegios por lo tanto nombran a los niños como asistentes de seguridad, como recepcionistas a la entrada del salón, como parte de un equipo de limpieza, o un equipo de oración o un grupo de ayudantes del (la) profesor(a). Los niños cambian los puestos cada semana y todos se sienten importantes. Cuando se escogen niños para una obra de teatro muchos niños son eliminados, pero sabiamente su profesora los nombra parte del equipo de animación y aplausos. Y de esta manera ningún niño se siente minimizado. En las compañías todavía existen también programas que intenta reconocer los empleados que, aunque están haciendo una labor por dinero, el reconocimiento les estimula para ir más allá de lo que se espera haga en su labor diaria. En un hogar es imprescindible que los conyugues primero que todo reconozcan a su media naranja como alguien importante y que aporta muchísimo más de lo esperado para el buen funcionamiento del equipo de la familia. Con este principio en práctica, entonces se pasan a reconocer los talentos de los hijos y sus contribuciones a el bienestar del hogar. Se obtienen mejor cosecha cuando se estimula que cuando se critica, cuando se destaca y se elige lo bueno de cada persona que cuando se cortan sus alas y su entusiasmo.

Jesús fue elegido por su Padre para hacer la tarea más importante de que haya tenido conocimiento hasta hoy día la humanidad. Fue enviado a entregar los abrazos de Dios a los desolados y desfallecidos, a entregar la mirada tierna del padre a los tristes y deprimidos, a entregar la mano amorosa de Dios a los cautivos y presos, a entregar la misericordia divina y el perdón a los enfermos y esclavos. Jesús fue elegido por su Padre para que irrigara los campos del mundo de su presencia amada y de la semilla de su amor, y de esta manera alimentar toda la humanidad con su presencia incondicional y fortalecer las almas y corazones con su mensaje de amor y salvación. “Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los hijos de Israel, anunciando la Buena Nueva de la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos”

Cuando Jesús entro en el río Jordán para que Juan el Bautista le bautizara; “se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él.

Y vino una voz de los cielos que decía:

«Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Sumerge tu vida en el rio de oración y permite que el Espíritu de Dios hable sobre tu vida y la dirija por el camino del bautismo, el amor y la paz. Abre tu vida a la palabra de Dios y permite que sus semillas crezcan en tu vida, para que presencies como tú eres también elegido por Dios para cultivarte y cosechar sus dones y carismas, y con ellos alimentarte y alimentar también su rebano elegido”

Bendiciones

Mateo (3 13-17)