MATERIALES DE CONSTRUCCION
Paz y bien hermanos.
«Este mundo es solo un puente: debemos pasar por él, pero no construir nuestra casa sobre él». Para entender esto, Michael R Green nos hace el siguiente relato.
Un turista que estaba de paso por la ciudad de Varsovia, Polonia. Entonces aprovechó para concertar una cita con un rabino famoso por su sabiduría.
Cuando llegó al hogar del rabino, el turista quedó asombrado al notar la sencillez de la casa y el poco mobiliario: una sola habitación con una mesa, una silla, una pequeña cama y muchos libros. No pudiendo ocultar su asombro, preguntó:
—Rabino, ¿dónde están sus muebles?
— ¿Dónde están los suyos? —respondió el rabino.
— ¿Los míos? —Respondió sorprendido el turista—. Solo estoy de paso.
—Pues yo también estoy de paso —replicó el rabino.
«De paso». Esta es una manera muy apropiada de describir nuestro lugar en este planeta.
¿Haz establecido tus prioridades en esta vida y esta consciente de si son sabias o solo inteligentes? ¿Cuándo se construye una casa, que es más importante lo exterior o lo interior y cuando se construye a una persona, que es lo más importante? ¿Si deseas construir una familia mejor o un mundo mejor, donde comenzarías la construcción?
Jesús empezó a trabajar en la misión de su Padre, sin casa, sin burro, sin riquezas, sin dinero, sin títulos más en su corazón traía construido el reino de Dios, en su pies la fuerza para llegar hasta los rincones del mundo, en su mente la riqueza de la sabiduría divina, en su fe, el alimento suficiente para multiplicar y compartir, para sanar, nutrir y reconstruir. Jesús conocía muy bien sus prioridades y ellas le permitieron ser un líder de sí mismo y de todo quien se acercó a su vida, le permitió ser ejemplo de un ser humano acariciado y abrazado por la gracia de Dios y le permitió dejar huellas imborrables en toda la humanidad. Jesús se entregó a la tarea de construirse a sí mismo primero, de asegurarse de que las vigas que sostenían su ministerio estaban hechas de Dios, estaban revestidas del Espíritu Santo y no podían ser derribadas por el odio, la envidia, el dolor, el rechazo, los insultos, la traición, la ignorancia y la pasividad del mundo. Jesús aprendió muy de niño a gloriarse en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia, la constancia, virtud probada, la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
A ti que escuchas con un corazón dispuesto y una mente en busca de luz y de paz Jesús te dices: “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando”
Prepara tu vida cual vasija de barro, sometela lentamente al fuego de la vida para que se cocine y sane, se fortalezca y pueda resistir las caídas y los golpes de la vida, preparala para que pueda cargar con el agua de la vida que le será dada para ti y quienes Dios ponga en el camino. Ora, instrúyete con la palabra de Dios y dejate formar. Sé un aprendiz fiel y Dios te construirá con su amor y sabiduría.
Bendiciones
Juan (16 12-15)
