BUSCA DONDE VIVIR

Paz y bien hermanos.

Si encontramos una caravana en el desierto y queremos saber para donde van, posiblemente los que van adelante lo sepan, los que les siguen probablemente tengan una idea y el resto, quizas solo siguen la caravana.

¿Eres de los que siguen o de los que buscan? ¿Eres completo o crees que algo te falta? ¿Sigues un camino o abres uno nuevo?

Si en tu vida personal dedicas tiempo para ayudar y servir a otros, entonces sabes que has encontrado y ya no sigues. Si en tu vida personal los conflictos, dilemas, problemas y retos son invitaciones para crecer y mejorar, entonces estarás completo. Si en tu vida personal, conoces tu interior, sabes quién eres y puedes hablar de ti especialmente de tus defectos y debilidades, entonces estas abriendo caminos nuevos con cada paso en tu vida.

Jesús camino con paso firme cada amanecer no porque recibiría un salario, sino porque ayudaría a alguien a empezar a vivir, a empezar a creer o a encontrar lo que había perdido, su felicidad.

Jesús estuvo lleno del Espíritu Santo y sus acciones lo reflejaron. Jesús es el hijo del Espíritu Santo y no carecía de absolutamente nada, porque tenía en abundancia y lo entregaba constantemente a quienes lo necesitaban. Jesús en cada paso abrió nuevos caminos en las vidas de todos quienes le siguieron, quienes le encontraron en su senda, quienes oyeron de Él y salieron en su búsqueda, quizás sin poder verle personalmente.

Dios te invita a que busques la felicidad que no se acaba, la que viene de la verdad, de la paz, del amor, de la bondad, del sacrificio.

Dios te invita a que llenes el vacío interior con su palabra, con oración, con penitencia, con obras de misericordia y de perdón.

Dios te invita a que abandones todo camino que debilite la fe, corroa los pensamientos buenos, opaque la luz de la verdad, marchite la vida, confunda los pensamientos, ataque la vida, la persona o juzgue a los demás.

Inicia hoy tu senda hacia Dios diciéndole de corazón: Habla, que tu siervo te escucha. Espera con ansia al Señor, quien se inclinara sobre ti y escuchara tu grito. Mantén una mente, un cuerpo y una vida limpia para cuando Cristo venga te encuentre preparado para la misión que tanto anhelas y buscas. Entonces tu búsqueda habrá terminado, porque abras hallado al Mesías.

Bendiciones

Juan (1 35-42)